Hans Wilsdorf

El 22 de marzo de 1881 nace en Kulmbach, Alemania, Hans Wilsdorf, hijo de Johann y Anna, ambos regentaban una tienda de hierro y acero, pero en un año ambos murieron, dejando a sus tres hijos huérfanos, Hans tenía 12 años y fue mandado junto con sus hermanos a vivir a un internado en Coburg. Allí conoció a un compañero suizo que le abrió las puertas para trabajar en la empresa La Chaux de Fonds, con 19 años se encargaba de exportar relojes de bolsillo.

Permaneció en esa empresa hasta los 23, cuando se traslada a vivir a Londres, una vez allí se da cuenta de que la maquinaria que vende no es muy precisa y los relojes son muy grandes, los hombres llevaban relojes de bolsillo al considerar los de pulsera muy afeminados. Un año después de llegar, en 1905 funda siendo socio mayoritario junto con su cuñado Alfred Davis, especialista en cajas de relojes, la compañía Wilsdorf & Davis, su idea era la de fabricar relojes de muñeca para hombres.

En 1908 registra la marca Rolex y añade a sus relojes un preciso mecanismo de un relojero suizo, consiguiendo tan solo dos años más tarde el primer certificado de precisión cronométrica dado a un reloj de pulsera otorgado por la Oficina de Control del funcionamiento de relojes de Bienne. Al año siguiente, en 1911 se casa con Florence de la cual poco se conoce. Buscó reconocimiento internacional, lo que le llevó a solicitar el certificado de cronómetro de clase A por el Observatorio Kew de Londres, que hasta ese entonces sólo lo tenían los relojes de la marina.

Debido a los problemas de aranceles ocasionados por la I Guerra Mundial, decidió trasladarse a Suiza, asentándose de manera oficial y ahora ya en solitario en 1919. En 1926 lanzó el primer reloj de muñeca hermético que lo llamó «Oyster» (Ostra) porque Hans decía que el Rolex era como las ostras, que podía permanecer tanto como se quisiera bajo el agua y seguiría funcionando. Para que fuera conocido en todo el mundo Hans tuvo una gran idea, convenció a una nadadora, Mercedes Gleitze que quería cruzar el canal de la Mancha a nado para que lo llevara durante la travesía, y ella aceptó. Tras conseguirlo, después de 10 horas, el reloj seguía intacto, esto hizo que otros muchos deportistas quisieran llevarlo.

En 1931 vuelve a innovar, sale al mercado el Oyster perpetual, ahora con un mecanismo que hace que funcione automáticamente y además, es el primer reloj donde aparece el actual emblema, la corona de 5 puntas.

La II Guerra Mundial marcó muchos puntos importantes en la vida de Hans, en lo laboral estaba en lo más alto, los pilotos de la Royal Air Force compraron Rolex para usar en la guerra y estaba a punto de sacar el Datejust en su 40 aniversario, pero su vida personal dió un vuelco, a causa de una enfermedad muere su mujer en 1944 y cambia la visión de Hans, decide crear la Fundación Hans Wilsdorf a la que transfiere todas sus acciones de la compañía y pasa a ser la dueña de la misma. Sus beneficios debían ser destinados a causas benéficas, a día de hoy continúan llevando a cabo programas de educación, otorgan premios a la innovación, tratan de luchar contra el cambio climático…

En 1946, con la idea de sacar al mercado relojes más accesibles pero con la misma calidad Rolex saca su filial, Tudor. Se sabe que tuvo una segunda esposa Betty, pero tan discreta como la anterior, poco se sabe de su vida o de su relación, pero como en el anterior matrimonio, la pareja vivió juntas y sin hijos.

El 6 de julio de 1960, falleció. Dejando en manos de la fundación a la empresa que él había creado.

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